Ángela Recio, gerente de Moraig The Store: “En 15 o 20 años la mayoría de ventas serán online”

Ángela Recio llegó a España hace 7 años desde la República Dominicana, con una carrera de marketing. En plena crisis y con un futuro incierto, creó una tienda online de productos infantiles, Moraig Store. Hoy en día es una de las más conocidas de España y además ha comenzado a diseñar sus propios productos con la marca Mundo Petit ¿Queréis saber cómo lo ha conseguido?

 

ANA LLOPIS. Noviembre, 2018

-¿Cómo surge Moraig The Store?

Surge sin querer. Yo soy dominicana, llegué a España hace 7 años y muy pronto tuve una niña. Llegar a un país que no es el tuyo, con una carrera en Marketing que te tienes que convalidar y unos años de experiencia que no sirven para nada, es como empezar de cero. Además, no tienes el apoyo de tu círculo familiar que te ayude en el cuidado de la niña. Así que tratando de conciliar, me fui a estudiar en la Universidad de Valencia un máster en dirección de hotel, porque me interesan muchos los servicios y estamos en una zona turística. Pero finalmente pensé que los horarios de un hotel no eran compatibles con la maternidad y opté por lanzarme y montar una página web. Comencé vendiendo artículos de playa. Un buen día puse a la venta un producto infantil y sólo se vendía ese.

En ese momento decidí cambiar toda la web y vender solo productos para niños y niñas. Así por casualidad, surgió Moraig.

-Mujer joven, extranjera, emprendedora y madre es una mala combinación ¿Te has sentido respaldada de alguna forma por el sistema, has conseguido alguna ayuda?

Para nada. Todo son trabas. Al principio lo tomé como un hobby. Me monté una web gratuita, iba subiendo productos que compraba con mi dinero. Luego al ser algo más serio, me di de alta como autónomo. Trabajaba desde casa pero aún así tuve que poner a la niña en una guardería ya que no podía atenderla y hacer mi trabajo al mismo tiempo y siempre he tenido el apoyo de mi marido. En este sentido, sí que lo he tenido fácil para conciliar. Por ejemplo, ahora que tenemos esta tienda-almacén en Oliva, la cierro a las seis y los sábados no abro para poder estar con mis hijos.

-Para ti, ¿cuál sería la forma ideal de conciliación?

El que piense que la va a conseguir con una tienda online y trabajando desde casa, está equivocado. Aunque puedas tener más facilidades que otro tipo de trabajos y conciliar mejor, tampoco lo consigues del todo.

Llama la atención que el negocio esté directamente dirigido al mundo digital.

Al principio hace tres años cuando comenzamos más en serio guardaba yo misma los paquetes en casa, gestionaba los emails, los llevaba a Correos, ahora tenemos esta tienda-almacén y ya vienen a por ellos. Pero sí, sobre todo somos una tienda online y

yo misma sigo gestionando las redes sociales que es un montón de trabajo.

-Como experta en marketing ¿crees que en el futuro la mayoría de ventas se realizarán online?

Cada día se vende más online y en un futuro sí será la venta mayoritaria pero no sé si cercano o lejano. Aún hay mucha gente, incluso bastante joven de poco más de 30 años, que no se fían de comprar online. Creo que llegará en 20 o 15 años.

-Además aunque parezca fácil, me imagino que se necesitará un equipo especializado en nuevas tecnologías o ¿es cierto eso de que cualquier persona puede emprender en internet?

Si empiezas como yo al principio como un hobby sí que hay plataformas gratuitas. Pero

una vez que el negocio va creciendo necesitas un programador para tener una web a medida,

ya no es .1and1 u otras plataformas ya es un .com o .es. Además, también tienes que trabajar mucho con el copywritter que es igual de importante como el programador para posicionarse en los buscadores. Si te montas una tienda de bolsos, y la gente busca en google bolso de piel y no apareces, solo te comprará la gente que te conoce. También está la persona que gestiona los pedidos y los paquetes… Al principio lo puedes hacer solo, pero conforme vas creciendo necesitas de un equipo. Además, es importante formarse en redes sociales, copy, etc.

-Cada uno de vuestros productos sorprende por su diseño, ¿cómo lo conseguís?¿tenéis presente la innovación?

Cuando comencé hubo un boom de los biberones de colores Twistshake. Pues a muchos les cuesta creer que fui la primera tienda que los comercializó en España. La verdad es que fue por casualidad, los encontré buscando en Twitter y decidí ponerme en contacto con la empresa en Suecia. Tuve mucho éxito, aunque ya no trabajo con ellos. Hoy en día sigo con esta dinámica.

Busco productos diferentes que no estén en todas las tiendas.

Aunque hoy en día también trabajamos ya con marcas españolas más comunes. Acudimos a muchas ferias, incluso a Las Vegas donde encontramos un sacamocos con el que estamos teniendo muchos éxitos. Siempre tenemos en cuenta la innovación, como por ejemplo biberones de silicona o juguetes que no se encuentran en cualquier lugar.

-Dicen que en muchas ocasiones detrás de un éxito de emprendurismo se esconden varios fracasos, ¿es el caso? ¿los emprendedores suelen tener miedo?

Yo he tenido miedo, pero mi marido es muy atrevido y es el que me anima siempre y me ayuda a tomar decisiones. Claro que nos hemos equivocado pero hay que pasar por todo ello. Una vez leí una entrevista a la dueña de Aires de Fiesta y a la emprendedora Lucía Bé, y ambas coincidían en que

si no crees en tu proyecto, seguro que no va a funcionar.

Al principio es muy importante aprender y formarte para identificar cuando te pongas en manos de un profesional que no te timen y después ir delegando a medida que el presupuesto te lo permita.

-¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?

Uff tenemos muchos. Además de Moraig Store ha nacido Mundo Petit que es nuestra marca de distribución a tiendas, a los que les hacemos llegar algunos de los productos que comercializamos. Y además

nuestra última aventura y la más arriesgada es crear nuestra propia marca

y hacer nuestros propios productos como Mundo Petit. Ahí ya hay muchas horas de trabajo, diseño de producto, producciones importantes… Este verano diseñamos nuestro primer producto, un chaleco de natación que fue todo un éxito.