El trabajo en equipo empieza de forma individual.


 

Autor: Elías Azulay.

Elías es Licenciado en Gestión y Administración de Empresas y MBA por la Escuela Superior de Estudios de Marketing; Máster en Gestión comercial; Auditor de sistemas de calidad por AENOR y Técnico Superior en Prevención de RR.LL.

 

Su verdadera pasión es la investigación y la vive como principal investigador de la tecnología algorítmica ADNe. Esta herramienta es utilizada como reclutamiento algorítmico de personal, orientación universitaria y profesional, y para el desarrollo de equipos de trabajo eficientes a nivel nacional e internacional. Su último logro ha sido el galardón especial en el Congreso Internacional AEDEM 2018 (Asociación Europea de Economía y Management) por la utilización del algoritmo ADNe en la detección temprana del Alzheimer.

Además, es autor de los libros «Técnicas de Negociación en los Mercados Internacionales” y «El ADN emocional»; así como de la aplicación didáctica «El Juego del Cereal».

En esta ocasión, Elías ha querido compartir con Explota tu talento sus amplios conocimientos sobre el talento colectivo, concretamente sobre el trabajo en equipo, una competencia muy necesaria en la actualidad dentro del mundo empresarial. Y precisamente para ello, el investigador y escritor nos plantea la diversidad cognitiva como raíz del trabajo en equipo.

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Como bien sabe, este concepto hace alusión a una actividad de la que se espera un rendimiento a través de la participación de 2 o más personas.

A menudo, el “Trabajo en equipo” es una buena excusa para que los perezosos pasen desapercibidos, independientemente del entorno físico o virtual. En este caso, los integrantes más comprometidos suelen acabar marcando una agenda individualista que no tardará en ser tachada de egoísta e insolidaria. En otras ocasiones, las personas menos virtuosas aprenderán a sacarse provecho con un claro enfoque participativo, aportando aquello que saben hacer mejor.

 

Llegados a este punto, toca comentar que el “Trabajo en equipo” es dependiente del ejercicio de cada miembro del equipo, de la capacidad individual para su desempeño y de la sincronización requerida para que dicho trabajo se desarrolle de forma fluida, fácil, flexible y funcional.

 

En algunos estudios sobre StartUp se ha detectado que el equipo de personas fundadoras posee una gran facilidad para “tener ideas”, pero escasa capacidad para llevarlas a cabo.

¿Qué es lo que pasa? Pues simplemente que su talento es más creativo que otra cosa. Por ello es importante disponer de una amplia “paleta de colores” en cuanto a talento se refiere. Así mismo, dicho talento deberá ser mostrado en el momento justo, propiciando un liderazgo puntual y efímero aceptado por el resto del equipo.

En este punto, una herramienta “clásica” como PERT (Program Evaluation and Review Techniques) será de gran utilidad al trabajar por tareas solapadas generadoras de holguras en tiempo y coste.

Aun así, si tomamos como referencia a Elías Goldratt y su Teoría de las Limitaciones (TOC), veremos que todo proceso dispone de un limitador o cuello de botella que si no es superado, el resto de procesos posteriores se dispersarán como lo hace una fila de hormigas en desbandada. Debe contar con que cuando un limitador es superado, aparece otro nuevo.

Por ello, su teoría se adapta de forma exquisita a lo que conocemos como Diversidad Cognitiva.

 

La Diversidad Cognitiva.

Sabemos que se trata de la perspectiva que adoptamos cada uno de nosotros, de forma individual, ante un problema y la forma en la que procesamos la información para alcanzar finalmente una resolución.

Este proceso se compone de 3 grandes bloques o módulos de características:

  • Amplitud receptiva.
  • Metabolización de la información.
  • Perspectivas de resolución.

Como puede observar, se trata de una cadena con eslabones dependientes unos de otros. Por ello, una limitación o intensidad reducida en uno de estos eslabones, independientemente de su ubicación, nos conducirá a un resultado influido fuertemente por dicho limitador.

Le pongo un ejemplo…

Si un individuo posee una reducida tasa en la «Interpretación» (no posee la habilidad para interpretar la información recibida), podrá lucirse en la «Percepción» y en el «Procesamiento” de lo percibido. Por ello, una vez tropiece con dicho limitador, el resto de procesos (de ese bloque y de los posteriores) se verán comprometidos y perjudicados hasta tomar una decisión errónea.
Como sospecha, este individuo debería pasar el testigo a otra persona carente de dicho limitador. Ahí es dónde radica el verdadero éxito de trabajar en equipo.

Al fin y al cabo se trata de ir encadenando fortalezas individuales para la correcta consecución de la solución grupal.

Para que esto suceda estamos obligados a conocer las capacidades de cada miembro del equipo, ya que conociendo los limitadores individuales podremos superarlos grupalmente.

Quiero que sepa que la “versión original” de lo que hoy entendemos como Diversidad Cognitiva se activó hace ya muchos años (siglos) en las escuelas rabínicas. Si este tema le interesa, lea sobre “Pil-Pul”…. Le ayudará a entrar en la Diversidad Cognitiva por la puerta principal.


Después de esta interesantísima reflexión de Elías Azulay sobre el trabajo en equipo, seguro que se te ha despertado la curiosidad por seguir descubriendo tus talentos.

Desde Explota tu talento trabajamos desarrollando el talento de las personas para incrementar el valor de su marca personal y del equipo humano de las organizaciones, enfocado a la mejora continua de resultados profesionales.

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Edición: Begoña Garrido.