Amparo Almiñana es la directora general de una de las empresas de distribución de material eléctrico más relevantes de España. Grupo Peisa, nacida en Gandia, cuenta actualmente con nueve centros distribuidos por todo el país. Amparo es la segunda generación de un negocio familiar que ha sabido expandirse y superar una crisis con una evolución muy coherente con el mercado, adaptándose constantemente a las nuevas tecnologías y productos, ofreciendo un asesoramiento único y sobre todo, valorando a sus trabajadores.
ANA LLOPIS, JULIO 2018
1. Grupo Peisa celebra este año su 40 aniversario ¿Cómo ha sido su evolución en este tiempo?
La empresa la fundó mi padre en 1978, con todo el amor del mundo, mucha ilusión y pocos medios, como en aquella época se solían hacer las cosas. Él había trabajado en otras empresas y nos habíamos tenido que ir a vivir fuera. Pero decidió emprender su propio proyecto con mucha valentía y tres niños pequeños. La empresa surgió aquí en Gandia, donde hoy la segunda generación, hemos decidido mantener la central. Muchos al conocernos piensan que tenemos la central en Madrid o Barcelona pero no, hemos querido que se mantenga en Gandia, donde se encuentra el origen de la empresa.
Una vez instaurada en Gandia, mi padre tuvo un socio Amador Berganza, que son como hermanos, y con él se fundó el centro de Castellón.
Así hemos ido abriendo centros, hasta conseguir los nueve que tenemos actualmente por toda España.
2. El sector de la distribución eléctrica, muy relacionado con la construcción, se ha visto muy afectado por la crisis económica de estos últimos años, muchos distribuidores eléctricos importantes han caído en España. ¿Cuál ha sido su secreto para sobrevivir a la crisis?
Creo que nuestra evolución ha sido coherente. Llegó un punto en el que se abrieron muchos puntos de venta desaforadamente pero han acabando desapareciendo. Nosotros hemos tenido una trayectoria conservadora, en la que hemos creído mucho en las personas y todas las decisiones han sido muy meditadas.
Hemos tenido que reducir las estructuras todo lo que hemos podido, ajustándonos a cada momento. Hemos ido estudiando la evolución mensual y tomando decisiones muy concienzudamente, y muy poco a poco, durante toda la crisis. Ni las hemos tomado tarde ni las hemos precipitado, sino que hemos seguido muy de cerca la gestión de la empresa. Lo que indudablemente me ha ayudado, porque en este sector ha habido muchos impagos, ha sido la labor previa de mi padre porque habían realizado una gestión de la empresa manteniéndola en una situación muy saneada. Tenía unos recursos propios que nos respaldaban y con esa filosofía continuamos.
3. Usted representa la segunda generación de la empresa, ¿qué le llevó a decidirse y aceptar el testigo que dejaba su padre?
Lo tenía claro desde siempre.
Desde muy pequeña quería ser como mi padre.
Estuve trabajando en un banco porque me presenté a varios puestos para saber lo que era una selección de personal, y por cierto, fui a muchas y solo me cogieron en esa (bromea). Pero yo tenía clarísimo que quería estar en la empresa familiar. A mi madre no le hacía mucha gracia, me decía que observase la vida tan estresante que llevaba mi padre y que al ser mujer iba a tener dificultades, pero no me importó.
4. ¿Tenía su madre razón, ha sido difícil por ser mujer llegar hasta su puesto actual y más en un sector muy masculinizado?
Ha sido muy difícil. Cuando entré en la empresa era mujer, joven y la hija del jefe, con lo cual había muchos estereotipos con los que romper. Pero mi padre me ha exigido siempre mucho, al igual que a los demás, siempre ha sido justo. Además,
yo empecé trabajando desde abajo así que poco a poco me he ido labrando mi propio camino.
Si hoy tengo esta responsabilidad es porque mi padre y Amador han considerado que puedo asumirla. En el sector no hay muchas mujeres pero en Peisa justamente, hay otra mujer en un puesto de relevancia que es Gema, la hija de Amador que regenta el centro de Castellón. Normalmente acudimos a eventos en los que ella y yo somos las únicas mujeres.
Como anécdota una vez estuve en una cena, yo sola con 90 hombres.
Junto a nosotras, también mi hermano como gerente de Peisa Gandia y Julio el hermano de Gema, que se encuentra en el equipo comercial, nos hemos incorporado a la empresa familiar. Pero hay que reconocer que nuestros padres fueron muy valientes porque nunca se han planteado si éramos hombres o mujeres.
5. ¿El sector eléctrico como se conocía hasta hace algunos años acabará desapareciendo?
El sector eléctrico tiene que adaptarse. Pero no solo el sector eléctrico en general sino el de la distribución eléctrica en particular, tiene que adaptarse, al igual que cualquier sector de distribución mayorista.
Nosotros tenemos que hacer notar nuestro valor añadido.
No somos meros vendedores de bombillas, que es lo que se podría ver desde fuera, si no que somos un eslabón de la cadena que no se encuentra en otros establecimientos, por ejemplo vendemos productos relacionados con la Media Tensión que no se puede comprar por internet y necesitan un asesoramiento importante; realizamos proyectos de eficiencia energética, que no se trata únicamente de cambiar una bombilla o lámpara por otra, sino de realizar unos cálculos adecuados, ver flujos de ventilación…; realizamos asesoramiento en energía renovable, asesoramos industrias, etc. Y el valor añadido del asesoramiento, el persona a persona, Internet no lo puede sustituir. Sí va a cambiar el modelo, de hecho ya está cambiando, pero lo que va a hacer es digitalizar la relación con el cliente, a través de los canales actuales. Como tienda para despachar no se puede continuar.
6. La innovación es constante en el sector: coches eléctricos, iluminación led, placas solares en grandes instalaciones, controles remotos…. Imagino que esto implicará que la innovación en vuestro caso como distribuidores sea constante ¿no?
Así es, todo el tiempo tenemos que tener a gente preparada. Por ejemplo, acaban de salir unas ayudas a nivel de la Comunidad Valenciana y te dan hasta el 6 de agosto para solicitarlas. Nosotros tenemos que informar a nuestros clientes y para ello necesitamos que los equipos estén al corriente de todas estas novedades.
Para nosotros es muy importante la relación con el cliente.
Si te has fijado nuestros mostradores tienen forma de U para que, entre mostrador y mostrador haya camino para que el cliente pueda entrar, es él quien elige quién quiere que le asesore, y nuestro trabajador puede crearse su pequeño despacho para llevar a cabo una mejor labor. Todo eso tampoco te lo da internet, intentamos ser distintos.
7. ¿Y la población cree que está preparada para este cambio?
Eso es más difícil de responder porque depende de la persona. Las nuevas generaciones han nacido con esta tecnología y lo ven normal. Pero también hay gente de mucha edad muy adaptada y gente muy joven muy poco adaptada. Es desigual según el puesto de trabajo, el entorno…
8. Nueve centros en toda España y 160 trabajadores, ¿se puede mantener el espíritu con el que su padre inició esta empresa intacto?
Te contaré una anécdota. Esta mañana me ha pasado una cosa curiosa. Ha venido la hija de una persona que lleva 25 años en la empresa, con sus nietas. Ha comenzado a salir gente de las oficinas a ver a las nenas. En ese momento, su padre atendía a un proveedor y le he dicho espérese un momento que esto es más importante que cualquier otra cosa. El proveedor, nos ha dicho que estaba emocionado, porque normalmente se encontraba con mucha frialdad en los equipos de las empresas y que hacía tiempo que no veía ese lado más humano. Así que sí, lo intentamos mantener, pero también es lo que mi padre nos enseñó. Empezó a premiar la antigüedad de todos los empleados y hoy en día lo seguimos haciendo, a los cinco, diez o 25 años…, premiamos también las sugerencias, el Peisa a la mejor gestión de calidad, etc.
Tenemos un espíritu de empresarios románticos totales.
Creemos en la empresa y en las personas. Y creo que es fundamental para que las personas estén a gusto. Es muy distinto trabajar en una multinacional y ser un número a trabajar en una empresa en la que todos te conocen, por muchos que seamos. Es otra filosofía.
9. En este equipo humano, ¿qué oportunidades pueden tener nuestros estudiantes, recién titulados?
Recientemente, por primera vez, hemos tenido un becario de ingeniería que entró en el departamento de eficiencia y energías renovables y finalmente se ha incorporado al equipo y estamos muy contentos. Creemos en la cantera. Si el crecimiento de España sigue al ritmo actual, habrá oportunidades.
Siempre necesitamos a gente formada, pero también nos gusta formar a los equipos.
Necesitamos a gente en cantera. Creo muy poco en los fichajes, a veces hace falta encontrar a alguien con experiencia pero siempre intentamos que nuestro personal poco a poco vaya creciendo en la empresa, la formación es continua. Quizás los perfiles que más busquemos son comerciales, ingenierías y FP. La obsesión por los estudios universitarios ha hecho que la FP se abandone un poco y se necesitaría compatibilizar, hay sitio para los dos.
10. Por último, ¿cuáles son los próximos retos de Grupo Peisa?
Seguir adaptándonos a algo que cambia tan rápidamente.
La digitalización es real.
Hoy en día los clientes ya no son como antes. Los hijos de nuestros clientes necesitan de una atención distinta a la que requerían sus padres. Nosotros nos hemos de adaptar y estar al día de todo para que ellos vean la diferencia que ofrecemos.