Pablo Olano es el alma de Infinity Crop. Inventor, pintor, viajero y defensor del cuidado del medio-ambiente, este creativo que trabaja la innovación ha vivido en muchos sitios: Barcelona, Ibiza, Inglaterra, Alemania, América y Francia y, desde cada campamento base, ha viajado a otros lugares del mundo hasta llegar a Gandia donde trabaja en el desarrollo de una máquina para el auto-cultivo.
Desde su casa en el barrio de Benipeixcar de Gandia, feliz por la tranquilidad de su calle y de la amplitud de la casa, avanza en su invento, patentado como «DISPOSITIVO PARA EL CULTIVO DE PLANTAS Y/U HONGOS» sobre el que profundizamos en una charla que ofrecemos a continuación.
¿Cómo llegaste a interesarte por cultivar?
Lo que yo quería era encontrar una solución lógica a la auto- sostenibilidad. Quería producir mis propios alimentos en casa sin depender de intermediarios. Hacerlo de manera cómoda y automática.
Con este objetivo, estuve pensando y llegué a la conclusión de que la clave estaba en dos factores: cultivar de manera continua y en menos espacio.
Si encontraba la manera de que cuando cosechas, vuelves a introducir una semilla o un esqueje y vuelves a plantar, para que se inicie el proceso de nuevo, puedes estar cosechando continuamente.
Para el tema del espacio, se me ocurrió dividir las etapas de crecimiento de las plantas y ordenarlas de tal manera que, a medida que las plantas van creciendo, van cambiando de sitio, ocupando un hueco más grande y se aprovecha todo el habitáculo.
¿Cuál crees que es la principal ventaja de tu máquina?
Su principal ventaja es que ahorras muchísimo espacio en comparación con todos los otros sistemas de cultivo de interior o de exterior. Piensa que, según la FAO, se necesitan miles de metros cuadrados de tierra por habitante al año para alimentar a una persona. Eso teniendo en cuenta las sequías, fenómenos meteorológicos o catástrofes naturales y, por supuesto, lo que se desecha.
¿A quién va dirigida o para quién está pensada tú máquina?
Está pensada para el autoabastecimiento de personas particulares y restaurantes que quieran cultivar lo que luego van a cocinar.
¿Crees que la gente está preparada para auto cultivar?
Es cierto que la sociedad no está muy concienciada o preparada, pero yo espero poder convencerles de que es más barato y fácil. Algo a tener en cuenta es que el manejo es muy sencillo y puede ser todo muy automático.
Quizás en los países del norte, en los que solamente tienen una estación, tendría más salida. No todas las partes del mundo tienen la suerte de disfrutar del clima español en el que tenemos 4 estaciones. Esta máquina combina el fotoperiodo de fuera con el dentro para que siempre utilice la mayor cantidad de luz para que siga siendo, por ejemplo, otoño, aunque las condiciones fuera sean otras.
Lo que yo pienso es que hay mucha gente que quiere ser sostenible en todas partes del planeta.
¿Cómo ha sido el proceso de diseño y producción de algunas máquinas desde que tuviste la idea?
Mediante investigación, experimentando mucho, comprando materiales innovadores y probándolos, preguntando y ahorrando.
Me gustaría decir que esto no es solo un nuevo sistema de cultivo. Hemos innovado también en sistemas de bombas para el agua que no se utilizaban en hidroponía y hemos desarrollado un montón de cosas que son nuevas en la agricultura a raíz de empezar la investigación para esta máquina.
¿Qué energía utiliza la máquina?
Utiliza luz eléctrica.
El sueño es que pueda funcionar con paneles solares. Estoy desarrollando una nueva tecnología para usar la mayor luz solar posible, ya sea a través de paneles solares o fibras de haz ópticos, pero es muy caro y tengo que encontrar la manera de hacerlo más asequible.
¿Cómo piensas comercializarlo?
Estoy explorando las maneras de sacarlo adelante, sobre todo por el proyecto.
La verdad es que ahora necesitaría una inyección de capital para terminar dos máquinas, al ser de aluminio es muy caro fabricar. Me gustaría hacerlo lo más barato posible para que fuera asequible y para eso estoy buscando la manera de hacerlo sin recurrir a un molde de inyección, porque vale unos 30000€, y eso lo tienes que repercutir en el precio al cliente final.
En cuanto al precio, pienso que todo es relativo porque, hasta que tú obtienes un alimento orgánico en un punto de venta, has invertido un montón de tiempo y de esfuerzo en trabajo y desplazamientos por tu parte.
Como yo lo veo, es: este tomate es una unidad de tiempo.
La idea es reducir el tiempo de cultivo tanto como para que a ti te sea rentable cultivarlo y no comprarlo.
Auto-cultivando vas a ahorrar tiempo, dinero y salud
Pablo está inmerso en una vida de investigación para hacer de Infinity Crop una realidad. Como buen inventor, tiene su propia visión de las cosas de la vida que compartimos con vosotros:
Sobre el fracaso
«Es muy fácil decir que no existe. No habría que pensar que vas a fracasar. Tiene que ver con definir el fracaso».
Sobre ser autodidacta
«El auto-aprendizaje es muy agradecido, es una meta propia. Lo recomiendo«.
Sobre la felicidad
«Tiene que ver con tus metas«.
«Si estás haciendo lo que querías, en ese momento te vas a sentir feliz. Haz lo que quieres y estarás bien».
Como dice María Ángeles Durán, doctora en Ciencias Políticas y catedrática de Sociología, “Hay que inventar un modo distinto de estar en el mundo”. Pablo ya ha empezado.
Aquí os dejamos un vídeo donde podéis ver con más detalle su máquina:
Si queréis más información sobre Infinity Crop, podéis contactar aquí:
https://www.infinitycrop.com/contact