Olivia Trilles, responsable de Technology Research and Analysis y Customer Experience de AuraQuantic

Olivia Trilles es la responsable de las unidades de Technology Research and Analysis y Customer Experience de AuraQuantic, una plataforma digital con sede en Gandia diseñada para automatizar las operaciones en las empresas reduciendo costes y optimizando la productividad.

Además de llevar esos dos departamentos en la compañía, es parte de la junta directiva y presidenta de la International Association of Microsoft Channel Partners para Europa, Oriente Medio y África. La primera mujer en la historia de Microsoft en ocupar este puesto.

Después de semejante presentación, es fácil imaginar que Olivia es una persona con un empuje a prueba de transformaciones digitales y crisis varias. Y también muy modesta porque no comenta cosas que se le atribuyen como que es la responsable de impulsar la estrategia de crecimiento de AuraQuantic al ampliar la oferta de la compañía para incluir el Cloud Computing y el análisis.

Como no podía ser de otra manera en los tiempos que corren, Olivia y yo nos entrevistamos por videollamada. Ella en su despacho y yo en el mío. Una conversación de más de una hora a pesar de que ella es una mujer muy ocupada. Igual de atareada que cercana, eso sí.

Y claro, lo que pasa en las ciudades pequeñas, tenemos un vínculo de la adolescencia que no recordábamos. Tras ponernos al día, empezamos la entrevista.

No es fácil condensar una charla con alguien que ha hecho tantas cosas en un texto digamos “de lectura amable”. Por eso he dividido la conversación en 3 bloques: el primero sobre la empresa y su papel en ella; el segundo más personal y el último centrado en hablar de tendencias y perfiles profesionales de su sector.

Vamos allá.

#1 Sobre AuraQuantic

– Para situar a los lectores, me gustaría empezar explicando cuál es la actividad de AuraQuantic y tu cargo en la compañía actualmente.

AURA es un desarrollador y lo que hacemos es un programa de software. Este programa, antes llamado AuraPortal, desde hace un año se llama AuraQuantic.

Le hemos cambiado el nombre porque lleva mucha más innovación dentro, hemos cambiado el foco y lo hemos modernizado más todavía, por eso queríamos que llevara un nombre a su altura.

¿Qué hace este software?

Fácil. Ayuda a las empresas a que sean más productivas.

¿Cómo?

Veámoslo con un ejemplo sencillo.

Una empresa instala este programa y si un empleado se va de viaje, hay una serie de trámites que hay que completar: aprobación por parte de su jefe, justificantes de pagos, documentos de viaje… todos esos pasos que tiene que dar cualquier empresa con algo tan sencillo como es un viaje.

Pues bien, AuraQuantic se ocupa de mostrar a cada eslabón de la cadena los campos correspondientes, avisos y trámites que lleva la actividad.

Este es un ejemplo muy básico, pero cuanto mayor es la empresa y más procesos tiene, más eficiencia aporta el programa. Por ejemplo, todo lo que envuelve a la concesión de un préstamo en un banco o en Toyota su control de temas medioambientales.

En cuanto a mí, yo soy ahora representante del board of directors, llevo la unidad de customer experience y la de technology research and analysis. Esos son mis tres roles ahora mismo en AuraQuantic.

– Nos gustaría conocer la historia de la empresa.

Mi padre, que es el fundador y propietario, vio que mucha gente hablaba de metodologías de trabajo como Lean o Six Sigma, metodologías muy conocidas en optimización de procesos, pero que ponerlas en práctica no era tan fácil.

Entonces tuvo claro que las empresas necesitarían un software que les ayudara a ejecutar esa teoría sobre optimización y organización de la actividad. Un programa que facilitara que se cumplan las tareas en tiempo y en forma; que los resultados de productividad del empleado están bien; evitar cuellos de botella, etc.

Hasta entonces había metodologías, pero no una plataforma de software que te automatizara los procesos. La nuestra es una plataforma de automatización de procesos de negocio.

Mi padre lo detectó, y como es una persona superdotada y con mucha experiencia, lo diseñó conforme a su visión. Estuvimos cuatro años con su desarrollo hasta tenerlo perfecto. Cuatro años de elaboración, sin venta alguna hasta considerarlo acabado.

Y así fue como salimos al mercado en 2004, con un software que no requiriera programar todo a medida como lo hacía la competencia, sino uno flexible que te permita aprovechar funcionalidades para adaptarlo a la realidad de cada empresa en tiempo récord, pudiendo tener algunos procesos incluso en 2 días. Y que sea algo que pueda hacer alguien que no es programador.

Es decir, se hizo pensando en el usuario del negocio, no en el programador. Este es el elemento diferenciador que lo ha convertido en un gran éxito en el mercado y que su crecimiento haya sido exponencial. Al punto de que ahora somos una empresa internacional, estamos en 39 países.

– ¿Qué tipología de empresas demandan AuraQuantic?

Es muy difícil encasillarnos en un sector o cierta actividad porque tenemos mucha heterogeneidad entre nuestros clientes.

Estamos en todos los sectores: servicios, fabricación, alimentación, automoción, banca y muchos otros.

Dos sectores en los que tenemos muchos clientes de envergadura son el de seguros y servicios financieros. Por el riesgo de perder información y que puede ser clave en la burocracia que hay detrás de sus operaciones.

Por otra parte, nuestra implementación abarca todos los departamentos dentro de las compañías: compras, recursos humanos, ventas, producción, logística…

Y en cuanto al tamaño, es tan diverso que el programa tiene uso en empresas medianas con unos pocos cientos de clientes hasta otras gigantes que tienen millones de usuarios.

No es el tamaño lo que determina que una empresa sea idónea para usar AURA sino su mindset. Si son conscientes de los beneficios que tiene automatizar los procesos, es rentable con 30 empleados.

– ¿Cómo está siendo el tránsito de la actividad de AURA por la pandemia?, habréis notado en vuestros clientes muchos cambios este año en el que la digitalización de las empresas está sufriendo un aceleramiento casi impuesto.

Al inicio de la pandemia todos los proyectos que teníamos se paralizaron porque de repente había otras prioridades.

Pasado este primer instante, hubo un crecimiento exponencial porque el virus ha obligado a acelerar la transformación digital de las empresas.

Con el trabajo remoto, las organizaciones se han tenido que digitalizar en primer lugar y transformarse a continuación. Porque una cosa es digitalizar papeles y otra es transformarte aprovechando las tecnologías y ser más productivo. Ahí es donde hemos entrado nosotros y tenemos mucho más trabajo.

Hemos comprobado que las compañías están sufriendo y el impacto de la crisis les está haciendo mucho daño.

Así que, además de destinar recursos a ayudar a nuestros clientes en su digitalización, hemos diseñado un pack muy sencillo para que tengan fácil el transformarse y poder trabajar remotamente.

La realidad es que la incertidumbre la hemos vivido todos y los proyectos han cambiado bastante. Antes de la pandemia eran más de innovación y ahora son más de necesidad, con efectos a corto plazo.

#2 Quién es Olivia Trilles

Nos gustaría conocerte un poco mejor. Seguro que tu historia inspira a otras personas, sobre todo a universitarios y preuniversitarios.

– ¿Cuándo te diste cuenta de que querías dedicarte a esto?

Nunca me planteé tener un puesto concreto en la empresa. De hecho, no siempre he trabajado aquí.

Estudié Marketing y empecé en una compañía holandesa de software y luego en una de gestión de activos.

Pero hubo un momento en el que pensé que era una pena no aprovechar el conocimiento de mi padre y preferí venirme para aprender de un genio como él.

Dentro de la organización he ido ocupando lugares donde mejor papel podía hacer a lo largo de mi vida.

Uno de mis primeros cometidos fue como traductora porque mi madre es inglesa y yo tenía el idioma. Luego he ido evolucionando dentro de la organización. He sido una especie de comodín y nos ha ido muy bien.

– ¿Se identifica AURA como empresa familiar?

El fundador es mi padre, mi hermano el CEO y yo estoy en el comité de dirección. En ese sentido sí lo es.

– ¿Qué tal es trabajar con la familia?

Súper.

Entiendo que es súper porque somos una familia atípica. Es decir, nos llevamos bien, somos personas que no discutimos y no tenemos tensiones entre nosotros.

Mi hermano es el CEO y mi misión es apoyarle a él, que lo hace muy bien. Yo doy mi opinión, pero quien decide en última instancia es el CEO y yo le secundo siempre, por supuesto.

– Además de tu trabajo en Aura, eres la primera mujer en presidir la Asociación Internacional de Partners de Microsoft. Cuéntanos la historia hasta llegar a ese puesto y cómo es la relación con una compañía tan grande, que no debe ser sencilla. ¿Cómo funciona Microsoft?

La verdad es que somos partners de Microsoft desde siempre.

Llega un punto en el que nos contactan y nos dicen que somos una joya para ellos porque utilizamos tecnología suya con clientes por todo el mundo y con mucho éxito. Así que nos dicen: “queremos ayudaros” y empezamos a ser un partner especial para ellos y a intensificar la relación.

Cuando eso ocurrió, yo quise entender cómo se estructura Microsoft, cómo era esa casa.

Es una multinacional con un estilo muy americano en la que tienes que aprender a entender cómo funcionan. Solo en España tienen 800 empleados, ¡imagina!

Así que a base de preguntar y de no tener vergüenza, la acabé entendiendo muy bien: cómo funciona, a quién había que dirigirse para qué temas, etc.

Yo diría que fue por querer hacer las cosas bien, que ha sido siempre como me ha gustado hacer todo. Si no entiendo algo, no sigo. Tengo que entenderlo y ya seguir adelante.

En aquel momento pensábamos que eso era lo normal y que todos los partners hacían el mismo proceso de adaptación, pero resulta que no.

Entonces, en un evento para partners que se celebra cada año en Estados Unidos y en el que somos unas 20.000 personas, me sugieren hacer una sesión de cómo trabajar con Microsoft. En la charla compartí todas las notas que habíamos ido confeccionando y que nos habían sido útiles para trabajar con semejante “monstruo”.

Por lo visto a los demás también les pareció algo muy práctico y tuve que hacer doble sesión porque hubo mucha gente que se quedó fuera.

Después de eso ya vino la presidencia, en 2017.

Olivia Trilles en diferentes eventos de Microsoft

– Quería saber tu perspectiva sobre la diversidad de género, el trato de la mujer en un sector tan masculino.

Soy consciente de que mi opinión es poco común, pero soy cero feminista.

Me explico: yo creo que la persona que vale no necesita que le pongan normas de paridad. Eso me parece una locura.

Para mí una persona es una persona, independientemente de la forma que tenga su cuerpo. Si tú aportas valor y sabes hacer tu trabajo, a mí me es indiferente tu género.

Si estoy en un proyecto, no me fijo en quiénes somos. Todos venimos a sumar y no me gustaría que, por imponer una cuota de mujeres, alguien pueda pensar que no estoy ahí porque me lo he ganado.

Es cierto que mi sector tiene una mayoría de hombres y yo no he notado diferencia de trato hacia mí por ser mujer en ningún momento.

– ¿Ha influido mucho tu intensa vida profesional en tu vida personal?

La verdad es que no. Como no tengo hijos, no he tenido que prestar atención a esa faceta ni lidiar con la conciliación familiar.

– ¿De qué parte de tu trabajo o de qué logro te sientes más orgullosa?

Creo que de lo que más satisfecha estoy y que me ha dado mejores resultados es eso de lo que hablábamos antes de hacer las cosas bien.

Me he dado cuenta a lo largo de mi vida y con Microsoft se me abrieron mucho los ojos porque hacer bien cada paso nos llevó a conseguir subir en la compañía y crecer.

En nuestra relación con Microsoft, si yo me hubiera trazado un plan con una meta nunca lo hubiera podido lograr, no funciona así. Lo que hice fue ir afrontando cada paso de la mejor manera posible, sin conformarme en hacerlo nada más.

Superado un proyecto, venía otro que me pedían por cómo había ejecutado el anterior.

Es decir, a priori jamás podría haber sabido qué venía después. Lo que sí me ha dado un paso sólido en esa estructura es haber construido bien cada uno de los anteriores.

Irme a casa siempre con la sensación de que lo he hecho bien es de lo que más satisfecha estoy. Es lo que me ha dado tranquilidad estuviera en el departamento o empresa que estuviera.

#3 Inspiración para emprendedores y estudiantes

Como sabes, en la esencia de lo que hacemos en la Cátedra de Innovación están tanto los emprendedores como estudiantes universitarios y preuniversitarios. Por este motivo nos parece muy enriquecedora tu visión sobre el sector, tendencias de mercado, perfiles profesionales más demandados… seguro que les da ideas para enfocar sus pasos.

– ¿Qué perfiles son los más demandados por AuraQuantic?

Perfil tecnológico con orientación al cliente. Gente que se dé cuenta de que la importancia de lo que hacemos está en que sirva al cliente.

Por mucho que seas buenísimo técnicamente, si no es lo que espera el cliente, no le sirve de nada.

No hace falta que seas programador experto aunque sí que tengas una base técnica y capacidad para aprender y comunicarte con eficacia y empatía. Saber conectar con el cliente y sus necesidades es muy importante.

– ¿Qué aconsejarías entonces a alguien que empieza ahora a decidir por qué camino ir en cuanto a formación?

Por un lado, les diría que escogieran estudiar algo que les guste. No importa si es más de ciencias o de letras, por dividirlo en dos grandes grupos.

Por otra parte, les diría que se formen con coherencia. Que todos los estudios que hagan sean coherentes para no perder el tiempo.

Independientemente de la formación, tienen que prepararse para ser dinámicos y a adaptarse porque hoy en día cambia muy rápido el mercado.

Y por último, que estuvieran en contacto con el mundo laboral lo antes posible. Trabajar los veranos aunque sea. Porque trabajar en una organización te enseña muchas cosas básicas que no se aprenden en ninguna universidad.

– ¿Ves venir alguna profesión que vaya a ser necesaria en el futuro?

Una profesión en concreto no.

Lo que sí tengo claro es que ahora mismo hay mucha necesidad de perfiles técnicos que se van generando y formando. Cuando acabe esa gran falta de profesionales técnicos, será necesario el factor humano.

Esto será más a medio y largo plazo.

A corto: tecnológicas, sin duda.

– Hablando de tecnologías, ¿qué tendencias sigue tu sector?

Ahora mismo, de lo que más se habla es de las plataformas de automatización de procesos como nuestro software.

A corto plazo hablaría de inteligencia artificial, machine learning y big data. Aunque nosotros ya lo estamos incluyendo en nuestros servicios, todavía falta para que se generalice, pero en breve será algo más extendido.

A más largo plazo todavía no hay un horizonte definido, pero veo cómo el low-code y los servicios de inteligencia artificial serán accesibles para todas las empresas.

Por otra parte, está la Mecánica cuántica. Es algo sobre lo que ya hemos empezado a investigar para estar preparados dentro de 10-15 años cuando eso sea una realidad en computación.

– Ya para terminar, quiero preguntarte por algo que he leído y me parece muy innovador, vuestro enfoque sobre la felicidad de la plantilla. ¿Tenéis un departamento de la felicidad?

No tenemos un departamento en concreto, es una filosofía que mi padre instauró y adoptamos desde el principio. Cuidamos mucho de la felicidad de los empleados activamente. Queremos que estén tranquilos, contentos y satisfechos.

Tenemos una cultura de la felicidad muy arraigada. Desde siempre esta empresa está montada para que la gente sea feliz, para que tengan una manera de gastar toda su energía vital siendo productivos, creativos e innovadores.

Este es un principio fundamental para nosotros.

Acabamos la entrevista y siento la necesidad de que Olivia me aclare dónde está ubicada Aura; tras nuestra conversación tengo la sensación de que es tan internacional que podría estar en cualquier parte del mundo.

Y claro, como era de esperar, están repartidos por todo el planeta: la sede con el departamento de desarrollo está en Gandia; tienen dirección operativa en EE. UU. y en Dubai y además oficina en Inglaterra.

Acabamos la conversación como la empezamos. Sin prisa e interesándose ella por mí, algo que agradezco de nuevo a Olivia.

Ahora, unas semanas más tarde, rematando este artículo siento que Olivia es un buen espejo en el que mirarse. Es una persona inspiradora, influyente e innovadora, pero por encima de todo trabajadora, cercana y simpática.

Lola Moncho, directora gerente de Chef Interiores

Lola Moncho es fundadora, propietaria y directora gerente de la empresa Chef Interiores. Empresaria entregada, cuenta con una trayectoria profesional apasionante en la que ha conseguido atravesar con éxito momentos económicos de nuestra historia muy complicados a base de trabajo y decisiones innovadoras.

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Carmen Argudo, armadora y pescadora del Puerto de Gandia

Carmen Argudo es pescadora y armadora de dos barcos en el Puerto de Gandia. Férrea defensora de los derechos de las mujeres de la mar, lucha por visibilizar su trabajo de una manera muy activa desde hace años. Es Vicepatrona Mayor segunda de la Cofradía de Pescadores de Gandia, vicepresidenta de la Agrupación de Mujeres Pescadoras de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, así como fundadora e impulsora de la Associació de Dones de la Mar del Grau de Gandia (Adomar) de la que fue vicepresidenta.

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Marta Sambrizzi, propietaria y directora de la revista Gente de la Safor

Marta Sambrizzi es fundadora y directora de Gente de La Safor, primera revista de información local, de distribución gratuita, que se publica desde diciembre de 1985. Desde sus inicios, en los que el proceso era totalmente analógico y casi artesanal, la innovación ha sido una constante, adaptándose a la entrada de nuevas tecnologías y medios, diferentes escenarios políticos y sociales.

¿Mi primera impresión sobre Marta? Le tuve que parar los pies porque cuando le llamé para proponerle la entrevista, que transcribo más abajo, ofreció hacerla en ese mismo momento.

Tanta inmediatez me pareció divertida y ella reconoció que, cuando trabajar con la actualidad como materia prima es tu trabajo, los temas caducan en tiempo récord, y más cuando tenemos el Coronavirus sobrevolando nuestras cabezas.

Finalmente, quedamos para el día siguiente por videoconferencia, ¡qué remedio en tiempos de confinamiento!

A continuación, encontraréis la conversación que tuvimos el 1 de mayo. Como suele suceder, más que una entrevista es una charla con alguien que tiene una larga carrera llena de obstáculos.

Informar durante una pandemia mundial.

Buenos días, Marta, no puedo evitar empezar por preguntarle cómo están viviendo el Coronavirus en la revista.

Se está haciendo muy duro, sobre todo porque estos últimos días he empezado una sección de esos héroes anónimos. Me refiero a la gente que no se ve porque no sale como los políticos, pero están al pie del cañón, por ejemplo, a un chico que conduce ambulancias, un médico, la jefa de voluntarios de protección civil y lo que cuentan me quiebra en las entrevistas. Hay momentos en los que no puedo seguir hablando porque sientes tanta empatía, con las miradas que ellos están viendo de gente asustada, de gente pidiendo auxilio cuando van a buscar a un enfermo a su casa, cuando llevan comida a casas en las que están en situación de vulnerabilidad y que salen los niños como si hubiese llegado Papá Noel y ¡es arroz lo que les llevan! Es duro.

Por otra parte, lo estoy viviendo mal porque las fake news surgen a cada momento y pierdo muchísimo tiempo en ser investigadora, en no creerme nada de lo que me llega y eso está haciendo que mis jornadas sean interminables.

Esa era mi siguiente pregunta…En estos tiempos en que la información es tan abundante y circula rápido, ¿no crees que el trabajo de los medios es más complejo?

Sí, porque te llega una información y empiezas a contrastar: hablas con la Policía, con Sanidad, o desde Salud Pública te dicen que hay tantas personas en la UCI, tantas en planta, y a los 5 minutos te llega un WhatsApp de gente que te dice que los datos que tú has difundido son mentira porque conoce a alguien que está en el hospital y dice que no es así. Y vuelta a empezar a contrastar para identificar si es cierto o no. Yo que al inicio pensé: ¡qué voy a hacer sin Cultura, sin Deportes, sin Política, se me caerá la página web!

Los lectores también andamos muy desconcertados por los diferentes datos y enfoques que nos llegan por múltiples vías. ¿Cómo lo habéis notado?

<< La información es inmediatez y estar pendiente todo el día del móvil y del ordenador>>

El tema es que, muchas veces, puedes publicar un dato y la gente te lee al otro día y entonces te desmiente. Por eso lo que pido es que miren los horarios en los que se cuelga la información porque es importante, de la mañana a la tarde cambian los datos.

El lector ha tenido que identificar qué medio le dice la verdad y también creo que esta crisis ha logrado que los lectores sean más conscientes y no abran todos esos vídeos de gente desconocida que te dice, por ejemplo, “yo soy el distribuidor y he visto naves llenas de mascarillas y no las quieren vender” o “yo soy un médico muy afamado de Estados Unidos” …. Y me pregunto quién comprueba quién es el médico afamado.

La historia de Marta Sambrizzi.

Ha llegado el momento de hablar sobre ti. Marta, cuéntame quién eres: dónde naciste, cuándo y por qué llegaste a España y, más concretamente a Gandia, si tienes familia, cómo fue el nacimiento de Gente de La Safor…

Ufff. Trataré de resumirte. Yo nací en Argentina, en una provincia limítrofe con Chile, en la cordillera de Los Andes, llamada San Juan. A finales de 1984 mi exmarido me propuso venirnos a España porque él era de Gandia. Después de la Guerra Civil Española, mis suegros se fueron para allá con él pequeño y se quedaron. Allí le conocí, tuvimos tres hijos y cuando él me propuso venirme a Gandia fue un shock porque yo pertenezco a una familia italiana muy unida y la verdad es que me costó mucho. Soy la pequeña de tres hermanos muy mayores y la única mujer. Emigrar fue un duro golpe para mi familia y también para mí, me costó mucho adaptarme, pero aquí estaba toda la familia política. Había muchos primos-hermanos que me acogieron, me arroparon, y me sentí como en casa desde el primer momento. La verdad es que Gandia me encantó, aunque sí es cierto que he llorado mucho porque es muy difícil el desarraigo.

En la parte profesional, soy profesora de preescolar, que allá era una carrera universitaria con mucha psicología infantil y aquí había una sola guardería en la que me presenté con mi título, pero no hubo caso. Los meses iban pasando y estaba desesperada y mi marido, que era periodista, vio que aquí solamente estaba Radio Gandia y me propuso abrir un semanario. A mí me pareció una locura porque no tenía experiencia previa. Y bueno, como somos las mujeres, echadas para adelante, acepté y en diciembre de 1985 sacamos la primera revista con muchísimo esfuerzo.

En esa época, que una mujer estuviese tan volcada en su vida profesional era una excepción, ¿Encontraste en tu trayectoria desde 1985 alguna dificultad por ser mujer? ¿alguna que no hubiese tenido un hombre?

La verdad es que no me he sentido nunca discriminada ni como extranjera ni como mujer.

Y eso que en esos momentos no había mujeres en los medios de comunicación, solo algunas locutoras de radio a las que tengo un cariño inmenso, como son María Ángeles Moreno o Rosita Orquín, ya retiradas.

Podría decir que mi mayor dificultad por ser mujer era compaginar mi vida laboral con la familia. Mis hijos han aprendido a ser muy independientes porque yo no podía acompañarlos a extraescolares y se iban solitos. Me hubiera encantado poder estar más presente como hacen ellos ahora con mis nietos, pero no se podía, eran otros tiempos.

Empecé con idea de echar una mano, pero me fui metiendo cada vez más y desde entonces he maquetado yo siempre la revista de manera autodidacta. Por el método de prueba-error, hay que pensar que la maquetación en aquellos tiempos era mucho más costosa.

¿Cómo compaginaste tu vida profesional con la personal?

Yo tengo 3 niños y, sin madre y sin suegra (vivían en Argentina) que me echaran una mano, fue muy duro. Muchas veces tengo en el corazoncito que tenía que haber dedicado más tiempo a mis hijos, pero era eso o salir adelante. Tuve la suerte de poder adquirir en la misma planta donde yo vivía otro piso y monté ahí la empresa de manera que tenía muy a mano a los chicos para controlar las llegadas del colegio, los deberes… y así lo fui llevando.

¿En 35 años, qué momento destacarías como el más difícil de tu carrera?

He tenido 3 momentos difíciles.

Uno fue cuando dimos el paso de convertir el semanario en diario, en una especie de tabloide. Tras las inundaciones se anularon todas las publicidades, editamos 10 números y tuvimos que volver al formato inicial porque fue imposible continuar el proyecto, un proyecto iniciado con mucha ilusión.

Otro fue por problemas políticos. Un exalcalde de Gandia nos cortó las alas publicitariamente. Hubo una presión muy fuerte y nos quedamos sin ninguna entrada económica cuando nosotros vivíamos de la publicidad. Fue un momento muy difícil. Cuando ya no podíamos más y decidimos cerrar, hubo un grupo de lectores que dijo “no podemos perder ‘Gente’ porque son los únicos que nos están informando de lo que está pasando y de lo que se está haciendo en Gandia. No tengo palabras para agradecer a ese grupo de personas que empezaron a movilizarse y cada uno aportaba lo que podía: 10, 50, 300€… Entonces propusimos hacer participaciones, que todos los que se involucraran fueran socios, pero no quisieron. Querían que siguiéramos nosotros al frente de la empresa, entonces hacíamos reuniones para mostrarles las cuentas, creía que era necesario y lo correcto. Durante año y medio nos mantuvieron los lectores, gente de todos los colores políticos y también gente apolítica, que confiaban en la información que estábamos dando.

El tercer momento, diría que hasta dramático fue la crisis de 2008, fue muy duro, porque estábamos saliendo de la censura impuesta. Teníamos mucho personal con los que estábamos muy unidos. Lloramos todos cuando nos despedíamos, tuvimos que prescindir de gente muy válida, con un gran ambiente de trabajo y tirar adelante sin ellos.

Finalmente, en 2017, tuve un problema de salud en los ojos. Mi exmarido se jubiló y me vi obligada a dejar la empresa inactiva. En enero de 2019 la reactivé y acá estoy.

¿Y el momento más dulce?

El sentir el apoyo de la gente cuando vinieron mal dadas. El reconocimiento de la gente que hemos comentado antes, a cambio de nada.

Que creyeran en ‘Gente’ fue el momento más bonito, fue maravilloso. Y de esos lectores me han quedado unos amigos espectaculares.

El vuestro es un sector en el que la innovación juega un papel muy importante porque tenéis que ir generando alternativas a la manera de trabajar habitual para adaptaros. En este sentido, los medios de información han experimentado en los últimos 35 años cambios verdaderamente transformadores y se ha ido reinventando una y otra vez ¿qué ajustes que hayáis tenido que hacer en Gente a lo largo de más de 3 décadas destacarías?

Muchísimos. En mis inicios el editor de textos no era un ordenador tal y como lo conocemos ahora. Era un monitor con una pantallita donde veías 20 caracteres. Si te equivocabas, no podías volver atrás para corregir ni comprobar lo escrito, por lo que tenías que llevar un control perfecto de la redacción. Cuando acababas de redactar, tenías que darle a una tecla para poner tamaño, tipo y justificación. Eso salía en papel fotográfico para montar las galeradas y, si había errores, tenías que desecharlo todo y volver a empezar. Era un trabajo artesanal.

Más tarde llegaron los ordenadores y, aunque fue difícil aprender, lo recuerdo como una maravilla. La llegada de las cámaras digitales fue otro avance … ¡qué maravilla!

He vivido una transformación impresionante en este sector, y lo que viviré.

Emprendimiento y nuevas generaciones.

¿Qué cualidades crees que debe tener una persona para ser emprendedora como tú?

Sobre todo, mucha ilusión y echarle horas. La formación es importante, pero sin ilusión ni esfuerzo en horas, no salen las cosas, hace falta mucha determinación.

¿Qué le dirías a alguien que quiera empezar en el mundo de la información a nivel local?

Quien se inicie ahora en esto debe tener muchos anhelos, ánimo y confianza porque es una profesión que hoy es muy difícil. La verdad es que el mundo editorial está muy castigado. Ahora las empresas lo están pasando muy mal y no pueden invertir en publicidad. Igual que me está sucediendo a mí, les pasa a los demás medios, esto va a traer una crisis muy grande para el sector y contratar gente va a ser casi imposible.

Lo cierto es que con Marta hablarías mil horas. Tiene una vida que parecen tres. Una carrera profesional en la que la toma de decisiones tiene gran protagonismo. A lo largo de su vida ha diseñado herramientas y estrategias para conciliar vida profesional con la familia, su bien más preciado.

Después de hablar con ella veo que Marta es un espíritu emprendedor. Lo suyo es una historia de iniciativa, tenacidad y compromiso que no solo aplica al mundo de la comunicación y su empresa, sino también a asociaciones, ONG y proyectos centrados en los demás con los que colabora.

Ahora tiene otro reto inmediato: sobrevivir a la crisis de publicidad provocada por la pandemia del Covid-19. Ella lo afronta como todo: con esfuerzo y dedicación.